viernes, 4 de julio de 2008

Cara y cruz de Miguel Sebastián

A Miguel Sebastián los madrileños lo recordamos como Miguel...¿qué? o Miguel Sevaostiar, uno de los peores y menos carismáticos candidatos que jamás ha presentado el PSOE.

Próximo a los postulados económico-liberales de la derecha, designado digitalmente por Zapatero, absolutamente desconocido para la militancia puesto que no pertenece a ella y personaje que acaparó la popularidad mediática tras mostrar en un debate público una fotografía de Monserrat Corulla, testaferro de Juan Antonio Roca en la trama de corrupción marbellí y amiga personal de Alberto Ruíz Gallardón, para amedrentar a este último.

Antes de postularse como candidato a alcalde de Madrid, Sebastián era un profesor de la Universidad Complutense donde impartía las asignaturas Introducción a la Microeconomía e Introducción a la Macroeconomía a los alumnos recién ingresados en la facultad de Ciencias Económicas.

Bien, pues su regreso a la esfera política se ha producido con resonancia. Por un lado, sus desencuentros con Pedro Solbes y últimamente por acudir a la celebración de un pleno del Congreso sin corbata. El detalle no revestiría mayor trascendencia si no fuera porque la ausencia del complemente era deliberada. José Bono hizo ademán de facilitarle una empleando a un ujier del Congreso, con la subsiguiente respuesta pública de Sebastián "me parece un regalo bonito. Yo se lo agradezco. La voy a estrenar en el mes de Octubre. (...) Le voy a regalar un termómetro para que mida la temperatura del Congreso de los Diputados. Se despilfarra energía".

¿Un ministro concienciado con el cambio climático? En el caso que nos ocupa, parece que sí. Sebastián viaja habitualmente en Metro y ha prohibido taxativamente que la temperatura de su Ministerio de Industria sea inferior a 24ºC, permitiendo y recomendando a los funcionarios zafarse de la corbata y chaqueta en Verano.

¿Es oro todo lo que reluce? Tampoco. Pues Sebastián se obstina en negar taxativamente que la recesión vaya a canalizarse hacia un crecimiento negativo (como así se refiere él), lo cual le "parece exagerado". "Todas las previsiones, por lo menos las que yo manejo, apuntan a un crecimiento del 2,0% en el segundo trimestre". Ahora le tocará explicar a la concurrencia como piensa conciliar semejante crecimiento del PIB y el no-aumento de las temperaturas globales.

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